Voluntariado en nuestra Soberana Orden
“La Orden de Malta significa unidad fraternal con el necesitado y de esperanza transcendente”.
Duque de Frías. Antiguo Bailio-Presidente de la Asamblea Española.
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Se celebra el día del Voluntariado en vísperas de que la Iglesia celebre el dogma de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora la Virgen María.
Los miembros que integran el Voluntariado en nuestra Soberana Orden son el motor de la acción asistencial y hospitalaria que realizamos ya que son los que atienden tanto las necesidades que provienen de la persona vulnerable, del enfermo, al que asisten a través de la aportarles la ayuda material y espiritual que le proporcionan, como de aquellos que necesitan ayuda porque sufren alguna discapacidad que les ocasiona que tienen que enfrentarse a barreras físicas o intelectuales de todo tipo, no sólo las de movilidad, así como de quien es vulnerable por su situación circunstancial de pobreza material
Los miembros, Caballeros y Damas, de nuestra Soberana Orden deberían aplicar la promesa prestada en el momento de ingreso en la Orden, con fidelidad en su vida y ser fiel a ella, para cumplir el compromiso de practicar con el esfuerzo diario las Santas Aspiraciones a las que nos comprometimos y llevar una atención permanente y vigilante a lo que nos aconseja la Cruz Blanca de ocho puntas que simbolizan las ocho Bienaventuranzas, para no mancharla con conductas inadecuadas. Por ello los miembros de nuestra Soberana Orden han de ser los primeros Voluntarios en el desarrollo y acción de las actividades asistenciales que desarrollamos como Asamblea Española.
Siguiendo a nuestro antiguo Bailio Presidente el duque de Frías, el único poder que ostenta nuestra Orden en el ordenamiento internacional es el que dimana de las acciones asistenciales y hospitalarias que realiza en el servicio a los pobres y los enfermos que realiza en todo el mundo. A ellos nos debemos, humildemente, entregar todos, siendo esa entrega nuestra meta para poner en práctica la unidad fraternal con quienes encarnan, en el mundo terrenal, el dolor de Nuestro Señor Jesucristo. Debemos aspirar a ser una milicia de miembros activos frente al necesitado. Voluntarios que practiquemos el “Auxilium pauperum” practicando el servicio a Nuestros Hermanos, a Nuestros Señores los pobres y los enfermos.
Como pertenecientes a una Orden Religiosa, aun siendo laicos, formamos parte de una comunidad católica. Por ello deberíamos encontrar esta fuerza que nos permita entregarnos a la indescriptible labor de ser Voluntarios en el consuelo que se obtiene de la Oración Diaria. Rezando por conseguir que practiquemos la fidelidad hacia nuestra Soberana Orden con nuestra entrega hacia el prójimo. La oración es un poderoso instrumento para enfrentarnos a los retos que tiene el Mundo Contemporáneo. Pero la Oración también se practica con el compromiso personal de desarrollar actuaciones concretas a favor de los necesitados en la sociedad actual, más ahora si cabe a consecuencia de la devastadora crisis que se inicia por la pandemia, de dimensiones globales, que sufrimos y padecemos hoy.
Adquirir y tomar la responsabilidad de desarrollar una acción de Voluntariado de manera constante, periódica y cíclica también es una manera de llevar a la práctica la Oración cristiana. Esta forma de desarrollar una “plegaria individual” a través de la acción personal y de la ejecución de un compromiso con los sujetos de vulnerabilidad, de cualquier tipo que sean las carencias que sufran, es un método de extraordinario valor en el camino del perfeccionamiento personal y es el fundamento sólido en el que debemos asentar nuestra actividad cotidiana, como miembros de nuestra Soberana Orden. Los Miembros, Caballeros y Damas, de nuestra Soberana Orden debemos vivificar nuestro compromiso primigenio por el que nos comprometimos a desarrollar una vida cristiana al ingresar en nuestra Orden, y permanecer en una constante aspiración de desarrollar y practicar el servicio a Nuestros Señores los enfermos y a quienes padecen carencias, del tipo que sean, desarrollando así el espíritu sanjuanista del “Obseqium Pauperum” al que estamos llamados desde el momento de ingresar en la milicia de nuestra Orden.
Para que los miembros de nuestra Soberana Orden podamos realizar estas Santas Aspiraciones para el provecho de nuestra Orden, fijémonos en el ejemplar obrar, que incansablemente irradian los Voluntarios que se comprometen en nuestras obras Hospitalarias y Asistenciales. Ellos son los que consiguen y logran que los afanes de nuestra Orden tengan Visibilidad y encarnan, con su obrar, las mejores metas que realiza hoy en todo nuestro territorio nacional la Asamblea Española de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, encabezada por nuestro presidente el conde de Santa Olalla.
A todos ellos en este día Internacional del Voluntariado, les damos las GRACIAS más sinceras y esperanzadas en seguir por la estela que ya desarrollamos.
Comunicaciones. 05-12-2020.
