Música que integra, música que une.
El Papa emérito Benedicto XVI, al recibir, en el mes de julio, el doctorado Honoris Causa de la Universidad Pontificia Juan Pablo II en Castel Gandolfo, indicó que “la gran música sacra, con Bach, Händel, Mozart, Beethoven y Bruckner, es una realidad de rango teológico y de significado permanente para la fe de toda la cristiandad. La respuesta grande y pura de la música occidental se ha desarrollado en el encuentro con Dios, que en la liturgia se vuelve presente hacia nosotros en Jesucristo. Esta música es para mí una demostración de la verdad del cristianismo”.
Desde hace meses, cada semana un grupo de 15 voluntarios de la delegación de Cataluña, se reúnen con el fin de preparar un repertorio para cantar en las diversas actividades que la Orden de Malta realiza en la ciudad de Barcelona.
La música es un magnífico instrumento para la mejora social y facilita de un modo muy sutil que personas más vulnerables crezcan interiormente: en dignidad y en motivación.
En definitiva, música que integra, música que une, música para el alma.