Lourdes – Tradición vs Juventud
Me llamo Laura, y soy una chica de 16 años, era mi primer viaje a Lourdes con la Orden de Malta y lo que inicialmente parecía ser un viaje más a un lugar de peregrinación, como otros a los que ya había ido con mis padres (Fátima, Santiago, Roma), este sin duda se ha convertido en una experiencia transformadora.
En este viaje había un hecho diferencial y era que desde la salida desde Madrid tenía la responsabilidad de estar al cuidado de Olga, una enfermita con la que iba a compartir estos días de peregrinación. Tengo que reconocer que al principio estaba un poco nerviosa, pero los nervios desaparecieron de inmediato al conocer a Olga, que me recibió con una gran sonrisa. Ahí estábamos las dos, compañeras en un viaje para pedir a la Virgen de Lourdes por tantos necesitados y tantas necesidades.
Han sido cuatro días muy intensos, donde la atención a los enfermos a los que acompañábamos me ha permitido conocer a héroes como la propia Olga, José Luis, Belén, y tantos otros, que lejos de quejarse de sus circunstancias, me demostraban todo su cariño con continuos abrazos y besos.
Me vuelvo con la sensación de haber recibido más de lo que he dado, y aunque he llegado físicamente cansada, estos días me han servido para reafirmarme en lo gratificante que es poder dedicar una parte de tu tiempo al servicio de los más necesitados y poder compartir esta experiencia con otros jóvenes voluntarios de la Orden de Malta que ven en el servicio al prójimo el camino para crecer espiritualmente.
Ha sido mi primer viaje a Lourdes, pero seguro que no el último, ya estoy esperando con ganas el comienzo de la peregrinación del año que viene.
Laura