Testimonio desde El Perú. LLegada a España desde Carhuapoma.
Rep. 3, Orden de Malta en España -15/07/2022
A lo largo de mi vida el Señor me ha llevado por muchos caminos, pero ninguno me había tocado el corazón con tanta fuerza. Por el momento, aunque físicamente estoy aquí, creo que espiritualmente voy a seguir allí por un tiempo.
«La pobreza termina a los pies del altar».
Mañana regresamos a España tras haber compartido esta valiosa experiencia en el Hogar Nazaret de Carhuapoma en Perú.
… Señor; ¿Cuál será ahora la próxima pieza del puzle de tu plan divino?… Al momento, siento alegría y tristeza a partes iguales. Alegría por haber encontrado en el rostro de Padre Ignacio, de su equipo y de estas niñas y niños, que nos han abierto de par en par las puertas de su casa, la alegría de Cristo resucitado. Pero también me sumerjo repentinamente en la sensación, de que nos vamos de aquí, habiendo comenzado algo que no hemos tenido tiempo de terminar, y dejando una puerta abierta.
Jesús niño se nos ha sentado en las rodillas, ha jugado con nosotros, ha compartido la oración, los paseos, los juegos y muchos momentos donde sientes la verdadera intensidad del calor, que el Espíritu Santo derrama sobre sus Hijos. Él se ha puesto el mandil y se ha sentado delante del torno, para dar forma a estos pedazos de barro que llegaron a esta casa con la ilusión de ser renovados en la fe. A partir de ahora y liberados de cualquier miedo, tenemos otra misión importante en cada una de nuestras vidas, que es la de convertirnos en perfectos imitadores suyos, sabiendo que «todas las pobrezas del ser humano llegan a su término a los pies del altar».
Jesús también nos ha enseñado aquí que la llave del cielo es la humildad, y que de la sonrisa de un niño, brota una ternura sin límites, capaz de anteponerse a la oscuridad del pasado más tormentoso. En el rostro de las niñas nos hemos encontrado, cara a cara con María, y tras reparar en la sencillez y en la profundidad de su mirada, pudimos apreciar con una nitidez indescriptible, el reflejo de su Hijo, sosteniendo cada uno de los pilares de esta casa. Ahora queremos seguir caminando y que sus huellas se dibujen siempre en la arena junto a las nuestras. Aquí también hemos presenciado sus milagros y escuchado sus parábolas, al igual que aquellos doce que cerraron las puertas de su corazón a la duda y a la incertidumbre, y siguieron con una fe sin condiciones, a su Maestro. Gracias Señor por haber llegado hasta lo más profundo del nuestro y grabar en él, a fuego, un sentimiento tan hermoso.
…. Hoy ya es día 18 de Julio y tras llevar apenas un día en España, aún estoy confuso por los cambios de horario y por la dimensión espiritual hallada en la experiencia que hemos vivido días atrás. Me paro a reflexionar y contrariamente a lo que pensaba cuando estaba allí, siento miedo. Miedo a acostumbrarme de nuevo a este mundo en el que vivimos y olvidarme rápidamente de aquella realidad. Aunque ya hemos regresado, tengo la extraña sensación de haberme quedado allí. Señor; ¿y ahora….?.
Que Dios bendiga a estos niños y conceda a Padre Ignacio salud y sabiduría para seguir caminando tan cerca de Cristo y dar continuidad a esta preciosa labor nacida del hermoso corazón inmaculado de María. ¡Viva Cristo Rey!
Un abrazo en San Juan
Alberto Sánchez
