Testimonio de un terapeuta ocupacional de la residencia San Juan Bautista
“Buenos días me presento, soy Sergio Cabrera Terapeuta ocupacional de la residencia San Juan Bautista en Aldea del Fresno (Madrid). Quería Explicar brevemente lo que está suponiendo el programa “Conectados” que se está llevando a cabo entre residentes de nuestro centro con voluntarios de la Orden de Malta España.
Para no extenderme mucho, no hace falta que cuente lo que la soledad y la falta de estimulación provoca en nuestros ancianos, y pese a que desde el centro intentamos acompañarles en todos los momentos del día y atender todas sus necesidades, las personas mayores (estén o no institucionalizadas) como el resto de personas necesitan familia, amigos o una figura de referencia con el que poder contar, con el que poder hablar, desahogarse y confiar. Y en esta época que nos ha tocado vivir a todos, durante la cual las visitas de familiares fueron restringidas, el contacto con otros residentes limitado y en muchos casos un aislamiento completo debido a la pandemia, esto ha cobrado una mayor importancia.
Desde la Orden de Malta nos propusieron llevar acabo con nuestros residentes un programa de acompañamiento, que debido a las circunstancias especiales que tenemos hoy en día no puede ser presencial y se realiza aprovechando las nuevas tecnologías. Los voluntarios acompañan a nuestros residentes a través de video llamadas por Skype.
No hay palabras para definir la labor que realizan con nuestros residentes, todos los participantes de este programa sin excepción están muy ilusionados con su voluntario y solo reportan cosas positivas. La ilusión se puede ver en sus caras cuando les digo que hoy tienen video llamada, y según termina me refieren que están deseando que pase la semana para poder hablar de nuevo con ellos.
Algún residente en particular incluso les ha contado cosas que nunca le había contado a nadie lo que indica la confianza y el vínculo que se genera.
Sin miedo a equivocarme puedo asegurar que se han convertido en un pilar en su día a día.
A nivel de mi campo, los residentes que participan en el programa se les observa, más activos, más participativos, y se relacionan más con otros compañeros. Han mejorado en relaciones sociales y también en atención y memoria. Y lo más importante después de todo lo que han vivido durante este último año, han recuperado la sonrisa, y se les ve felices e ilusionados. Por lo que a mí respecta solo puedo decir ¡¡¡GRACIAS!!! Y que ojalá muchos más mayores pudieran disfrutar de una compañía tan maravillosa”.
