Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta

Orden de Malta

Noticias de la Delegación en Perú. Proyecto Carhuapoma

15/07/2021 


Proyecto Carhuapoma. Perú

El Delegado para las Comunicaciones y Consejero Asesor del Presidente, D. Alfonso Pérez Maura, ha enviado el relato de las jornadas de la Delegación de la Orden de Malta que está en la Misión del Padre Ignacio Oñoro en Carhuapoma. El viernes 9 de julio, Carlos Ortiz manda unos mensajes de voz a través de WhatsApp en el que nos explica la situación del grupo de caballeros, damas y voluntarios de la Asamblea española de la Orden de Malta que están invirtiendo su tiempo en la Misión del padre Ignacio en Carhuapoma. Como las comunicaciones son difíciles, por falta de cobertura y por tener un móvil para todo el grupo, nos cuenta el encuentro que tuvieron en el aeropuerto con el presidente y el Canciller de la Asociación peruana nada más aterrizar, para trasladarles la conveniencia de que la Asociación peruana participe próximamente, en la atención de esta extraordinaria iniciativa en favor de la educación de los jóvenes que ha puesto en marcha el padre Ignacio.

Nos explica el entorno de la población de Carhuapoma que tiene gran retraso: Las casas son de barro con techos de calamina, plástico o cartones. Las carreteras de arena por lo que el grupo de la Asamblea española es consciente que estar en una casa construida de ladrillo, es todo un privilegio. En el ambiente del Hogar de los Niños a quienes atienden, dimana la religiosidad que ha introducido el padre Ignacio: antes y después de las tres comidas que se realizan a diario, hay una oración al principio y al final lo que impone indirectamente un férreo control de la puntualidad para no perjudicar a sus compañeros. El cumplimiento de un horario diario es dilatado y ello conlleva una disciplina. A las 07.00 horas se ha de estar en el Oratorio para la Santa Misa. Al concluirla, por grupos, se llevan a cabo las actividades de recogida de las habitaciones con el fin de estar en el desayuno a las 08.00 horas. Los chicos allí, al no ir al colegio, se dividen, para llevar a cabo su formación, en dos grupos: El de Primaria y el de Secundaria. De cada grupo se ocupa una tutora, que el primer día tuvo una reunión de 4 horas con los miembros del grupo de la Asamblea española de la Orden de Malta para explicarles la realidad de aquella comunidad. Las clases tienen su base educativa digital, es decir vía datos, a través de ordenadores y “tablets”, que se van prestando los alumnos, a lo largo del día en las horas lectivas. Tras el almuerzo hay unas horas más de trabajo para los chicos y acaban con el rezo del Rosario, antes de la cena. Siguiendo las indicaciones de las tutoras, y debido a las habilidades personales, el grupo español se dividió de la manera que sigue: Elena y Leticia se dedican a la labor de dorar una columna del Oratorio; Javier a ayudar al padre Ignacio en sus obras y a realizar una labor de expurgo de las películas que los chicos luego visionarán. Sonia atiende la labor logística de la Cocina, y Fátima ayuda con la preparación de clases de inglés, así como a reforzar programas educativos para los jóvenes. Carlos es un gran apoyo en todas las labores informáticas y ayuda a Águeda en las labores del Huerto, que ella tiene encomendadas. Este mismo viernes, nuestro hermano de Orden, Carlos Ortiz nos manda más mensajes de voz. Explica como el padre Ignacio imprime su connatural religiosidad en el Centro de los jóvenes. Allí a todos se les llama Hermanos, hecho que a los miembros de la delegación de la Asamblea española les chocó un poco al principio, pero al ser nuestra Orden religiosa, llevando las cosas al extremo, sería normal ya que entre nuestros integrantes de la Orden nos consideramos miembros con una relación fraternal.

A continuación nos cuenta cómo están desarrollándose estas jornadas: El martes 6 de julio fue el Día de los Profesores por lo que no hubo clases. Los componentes del grupo aprovecharon para hacer unos talleres rotativos para los chicos: Fátima dio clases de inglés; Águeda se llevó a algunos a la huerta donde hay sembrados tomates, pepinos, lechugas hasta melones que se utilizan en el alimento diario; Sonia enseñó a hacer pizzas en la cocina y Carlos dio clases de matemáticas, mientras Elena y Leticia seguían sus labores de restauración y Javier se empleaba en controlar la labor de los albañiles y también da clases de instrucción cívica a las chicos, dada su experiencia en trabajar para Protección Civil. Les impresiona ver el estado de estos jóvenes que cuentan con unas heridas muy difíciles de superar: su estado anímico y su estado de higiene y sanitario. Pero la recuperación es lenta y progresiva. El miércoles 7 de julio, San Fermín, por la tarde la delegación visitó las obras del padre Ignacio en la localidad donde él vive que es Bellavista. Esta población está cerca de un río. El padre está construyendo, en una parcela cerca del río, dos casas. Una para niñas y otra para sacerdotes con una vista espectacular. Auténtica tarea misionera en plenitud. Al llegar fueron objeto de un entrañable recibimiento por parte de las niñas que se habían aseado y se habían vestido con la ropa de los domingos. Incluso quisieron hacer un baile con motivo de la visita de nuestro grupo de miembros y voluntarios. Al ir y al volver a Bellavista, que dista media hora de Carhuapoma, pudieron apreciar un paisaje precioso. La orografía es llana en esa zona y, cuenta Carlos que “como en las películas de Vietnam” hay unas inmensas extensiones de arrozales. El jueves 8, el padre Ignacio llevó a Carlos y Águeda a conocer un pueblo en el interior de las montañas llamado “José Pardo”. En él, tiene unas 70 hectáreas donde quiere instalar una explotación agrícola en el futuro y una escuela de ingeniería. Acompañados por un técnico que ya lleva la explotación, comprobaron el buen criterio y el extraordinario sentido común con el que se están llevando a cabo las plantaciones que allí se labran. Mientras parece que Javier siguió intentando dar clases de instrucción a los chicos y Fátima con la ayuda de Sonia, desarrolló un programa de Logopedia para ellos.
Carlos comenta que las jornadas son largas y realmente agotadoras, pero por el tono de voz, parece muy ilusionado.

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