Entrega Intergeneracional
En el Comedor de la calle Virgen de la Oliva, del distrito de San Blas de Madrid que la Soberana Orden de Malta abrió, con críticas del tejido social circundante, a mediados de los años noventa, todos los días que abre, que suelen ser seis en semana, para servir a la población vulnerable, se crea un ambiente extraordinariamente positivo de entrega, de darse al prójimo.
Este ambiente, en el equipo de los Viernes, lo encabezan la experiencia de personas excepcionales como nuestra fundadora, Blanca, también de Coro y de Emilia. Desde hace años aportan su joven entusiasmo alumnos del colegio Véritas de Madrid, que contribuyen en nuestro servicio con su esfuerzo por aprender a darse a los necesitados. Otros jóvenes, con el permiso paterno, antes de alcanzar la mayoría de edad, también nos aportan la rapidez de la que ellos son capaces, para servir a las personas a las que atendemos: A nuestros próximos. Entre estas dos franjas de edad, que encarnan la experiencia y el ansia y entusiasmo por aprender, está la generación que lleva el motor del Comedor, aportando su incondicional y convencida ayuda al prójimo.
Estas tres, hasta cuatro generaciones, son ejemplo de los mejores valores San Juanistas de entrega y auxilio al necesitado que nuestra Soberana Orden aporta a la sociedad.
