El 08 de Noviembre de 2021, se cumple el primer aniversario de la elección del Lugarteniente de nuestra Soberana Orden y se está a la espera, de la elección del próximo Príncipe y Gran Maestre que se proyecta para el año 2022.
El Delegado para las Comunicaciones y Consejero Asesor de Presidencia, D. Alfonso Pérez-Maura, ha enviado el siguiente texto:
Pidamos con Esperanza.
El 08 de Noviembre de 2021, se conmemora el primer aniversario de la elección del Lugarteniente de nuestra Soberana Orden. Esta elección era para que desarrollara su actividad en ese cargo por el plazo de un año. La próxima semana se cumple ese año de mandato.
Parece que este mandato va a extender su plazo de tiempo hasta la próxima convocatoria de elección del próximo Príncipe y Gran Maestre de nuestra Soberana Orden que regirá sus destinos, cuando expire el tiempo de interinidad en el que ha estado al frente el Lugarteniente, que se proyecta para el verano de 2022.
Es un acontecimiento de capital importancia en la vida de los Caballeros y Damas, miembros todos, que pertenecemos a la Milicia Melitense. No sólo en España, sino en todos los países en los que nuestra Soberana Orden está implantada.
Aspiremos a que, al formar parte y encarnar la Asamblea Española de la Soberana Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, la decisión que se tome sea conveniente a los intereses de nuestro milenario principado soberano, sujeto de derecho internacional, para que podamos seguir practicando nuestro carisma Sanjuanista de Defensa de la Fe y ayuda a nuestros Señores los vulnerables que son encarnación de los sufrimientos de Nuestro Señor Jesucristo en la Tierra.
Os ruego que Pidamos en Oración para que nuestra Soberana Orden encuentre la confianza y ayuda necesaria para tener éxito cuando se produzca esta elección, para culminar el proceso de renovación espiritual, al que tendemos, actualizando la Carta Constitucional y nuestro Código, con la esperanza de no dejar de ser fieles a nosotros mismos, a nuestro Carisma Melitense de Servicio, aplicando a nuestra tradición religiosa de origen aristocrático un ejercicio de la Humildad cristiana vivificadora de las mejores virtudes de amor al próximo.
Comunicaciones. 03-11-2021.
