El 05 de Diciembre se celebrará el Día Internacional del Voluntariado.
Con ocasión del Día Internacional del Voluntariado que se celebrará el día 5 de diciembre, domingo.
El Delegado para las Comunicaciones y Consejero Asesor de Presidencia ha enviado el siguiente texto:
Faros de Bien.
“El bien es eficaz cuando se hace sin buscar recompensa o para ser vistos”.
Su Santidad el Papa Francisco.
Para la Asamblea Española de la Soberana Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, las acciones que llevan a cabo el voluntariado son el motor de nuestro obrar sanjuanista. Nuestra esencia. A través de estas acciones, cumplimos nuestra encomienda de atender a nuestro empeño, Guía que nos ilumina desde hace centurias, que es el desarrollo de la virtud teologal del “Obsequium Pauperum”, es decir, la entrega al necesitado.
Las acciones del Voluntariado las han de ejercitar, periódicamente, todos los miembros y Damas de nuestra Orden pues el día que ingresaron en nuestra fraternidad milítense, se comprometieron a llevar a cabo su personal entrega al necesitado a través de las realizaciones que hace nuestra Asamblea. Pero estas acciones puntuales de entrega a los demás, las pueden desarrollar también nuestros donantes, las llevan a cabo nuestros Capellanes con su obrar diario, nuestros trabajadores y los amigos y afines a nuestro espíritu fundacional que son los que, de una manera, quizá más profesional, ejercen esta labor inmejorable en bien del prójimo vulnerable y necesitado. El Papa Francisco nos dice que la riqueza de vida que se recibe al intentar ser generosos con el prójimo es muy grande.
Para desarrollar la labor del voluntariado hay que haber recibido un mínimo de conocimientos multidisciplinares, contar con una mínima formación. El buen desarrollo de estas actividades, requiere herramientas que abarcan enseñanzas de psicología, medicina de higiene, nutricionistas y otras. Saberes de estrategia y planificación, organización, gramática, aspectos jurídicos, de planimetría, arquitectónicos, en recursos humanos, hasta aspectos idiomáticos y lingüísticos. No importa las limitaciones que pueda tener un Voluntario, pues contamos con personas que nos ayudan atenazados a una discapacidad. Ni tampoco la edad, ni distinciones de género. Con salud, lo sustancial es su deseo de entrega, sus ganas de servir, su disponibilidad para adherirse a algún proyecto que desarrolle nuestra Asamblea Española.
El voluntario ha de reunir una serie de características básicas para poder llevar a cabo su función con garantía de éxito:
La prioritaria es que antes de comenzar con su labor procedan a un desprendimiento, a una renuncia de sus intereses personales. Vaciarse de sí mismos. Hay que despojarse de nuestras propias voluntades. Esta primera actitud es básica ya que las personas que van a ser servidas van a querer comunicar su problemática situación. Para poder asimilar esta circunstancia difícil del prójimo, el Voluntario no ha de tener presente sus posibles problemas personales. La entrega no sería posible de esa manera.
Para realizar la tarea encomendada se ha de respetar la disciplina que el responsable de la actividad imponga para poder desarrollar el trabajo coordinadamente con los otros miembros del voluntariado que participen en la acción determinada.
Ejercer esta labor de ayuda al vulnerable requiere también un compromiso personal en la labor a realizar que sea. Compromiso que se llevará a cabo con dedicación y Constancia, aplicándose a esta labor con paciencia y con ánimo de escucha hacía al prójimo a quien se atiende.
A este prójimo- próximo ha de trasladar toda la seguridad y confianza que él requiera para lograr ampararle. Llevar a cabo una búsqueda constante de la Necesidad del prójimo al que se sirve. Esta labor se hace más palpable en proyectos como “Cercanos” en el que se busca al necesitado y es la búsqueda de la Cruz de nuestro próximo hasta encontrarle donde Él esté, aunque el lugar sea recóndito, para abrazarle.
Pero la labor del Voluntario ha de practicarse con constante perseverancia y tesón. No menos importante es la Valentía. No dejarse paralizar por cualquier temor que surja en la entrega al vulnerable. Por ello, hay que actuar con Coraje y resolución.
Otra importante característica del Voluntario es que ha de tener mucho equilibrio interior, serenidad y paz, para conservar siempre la entereza ante reacciones adversas de la persona vulnerable a la que se le ayuda, a la que se sirve. En ocasiones esta respuesta de Nuestros Señores puede generar frustración en el Voluntario. Si el Voluntario basa su obrar de esa entrega al prójimo, viendo en el necesitado a Cristo doliente, se evitan estos momentos de desesperanza. Estas vivencias y otras donde se llegan a desarrollar los mejores sentimientos que las personas podemos aportar, forjan en plenitud la vocación asistencial sanjuanista del Voluntariado Melitense.
Si la acción del Voluntariado se realiza sin que el objetivo de la ayuda sea una persona física: Bien sea un Mayor, un niño, una joven embarazada, una persona en situación de necesidad, la acción de ayuda es reseñable también, pero quizás sea distinta.
Esa aportación de esfuerzo del Voluntario puede ser muy plural. Diversa. Por ejemplo para la construcción de una escuela, pantano, dispensario, repartos de alimento, traslado de bienes de equipo, asesoría psico-social o laboral, o bien para participar en encuentros internacionales de Voluntariado de organizaciones afines, que realicen labor Hospitalaria También requieren el trabajo de los Voluntarios, las obras de Restauración de los bienes del Patrimonio Histórico español a los que la Soberana Orden de Malta en España está vinculada, por ostentar su propiedad o por un arraigo histórico a ellos.
Se incluyen también aquí las labores voluntarias para la participación en Conferencias, Seminarios, Simposimuns sobre estudios e investigaciones históricas relacionados con la larga singladura histórica de nuestra Orden.
La asistencia de voluntarios se requiere, a la vez, en la ayuda para la organización de las celebraciones religiosas de nuestra Soberana Orden. En todas estas actividades la vocación artística o histórica de la persona que la lleva a cabo, hace que el tiempo que se invierte en estas actividades transcurra con rapidez y plenamente.
Así, con esta actitud de SERVICIO, realizamos un acto de AMOR y un Acto de CARIDAD al próximo. Desarrollamos así la labor de los discípulos misioneros y somos encarnación y testigos del amor gratuito. FUENTES de LUZ en un mundo dominado por los intereses propios de cada uno. Los Voluntarios, así, se convierten en Agentes que testimonian la Grandeza del actuar humano como piezas del cambio y motores de los más altruistas sentimientos de la humanidad. Plasman “el Magisterio del Ejemplo” con su actuación humana positiva. Muchas veces es de gran utilidad, aunque se plasme en acciones pequeñas, que a primera vista no parecen importantes. Actos diarios que pueden sembrar una estela que guíe y promueva realizaciones futuras de mayor envergadura.
La acción del Voluntariado irradia el mejor comportamiento humano y aspira a crear una sociedad en que la justicia se aplique con criterios de mayor equidad y de apoyo al vulnerable, facilitando que se desarrolle un mejor nivel de vida en las zonas más necesitadas de nuestros núcleos urbanos y rurales de población.
A la vez se desarrolla una labor de evangelización cristiana de la sociedad ya que la vida- desde un punto de vista católico- se nos da para que la invirtamos en el servicio al prójimo, aplicando a ello el amor que nos trasforma de manera progresiva, gracias a la fuerza de la oración que da justificación, razón, vitalidad y consistencia a nuestro obrar.
Propaguemos los resultados de la fantástica labor que nuestras acciones de voluntariado pueden obtener en beneficio de los miembros más desprotegidos de nuestra sociedad para conseguir que crezca esta inquietud entre las personas que, teniendo disponibilidad horaria, quisieran participar en una obra asistencial en beneficio del prójimo.
Alfonso Pérez-Maura. Comunicaciones 20-11-2021.
